sábado, 16 de febrero de 2013

Flor del Desierto


Waris es una joven somalí que vive en Londres en medio de la mendiguez. Al conocer a la dependienta de una tienda, su vida toma un nuevo sentido al encontrar un trabajo y aprender inglés, mientras ella trata de convivir con el secreto de haber padecido la ablación con solo 3 años. Todo cambia cuando la descubre un conocido fotógrafo y ella se convierte en una de las modelos más importantes y cotizadas de los 80.


En pocas palabras, estamos ante una verdadera obra de arte; la dirección y genial historia de la directora Sherry Washington, una fotografía espectacular, y lo más importante, una espectacular Liya Kebede como Waris lo corroboran. La historia transcurre en Londres, pero conocemos el trágico pasado de Waris por medio de flashbacks, y de esta manera, conocemos la triste historia de millones de mujeres a lo largo y ancho de nuestro mundo; el drama de la brutal ablación, de los matrimonios forzosos, de la mayor pobreza, de la guerra civil y la discriminación que existe en nuestro desarrollado y rico continente.

La dirección es excepcional, así como la elección de la banda sonora; gran elección que se muestra ya desde el primer minuto de la cinta, situado en las montañas de Somalia, con los primeros pasos de la bella Waris. Este leitmotiv se mantiene principalmente durante toda la película, pero cobra especial fuerza en uno de los momentos importantes de la cinta: el salto de Waris a las pasarelas, contoneándose como solo esa especie en extinción llamada Top Model sabe hacer (bellísima Liya Kedebe).
Pese a la palpable tragedia durante toda la película, hay momentos de humor, como Waris aprendiendo inglés o la GENIAL presidenta de la Agencia de Modelos (he visto por ahí que quiere imitar a Meryl Streep en esa peliculilla llamada “El diablo se viste de Prada”, aunque la verdad, es que no tiene nada que envidiarla). También está muy aceptable Timothy Spall (sí, Colagusano) en el papel de Terry Donaldsson, el fotografo descubridor de Waris, un personaje bastante excéntrico pero que sabe sacar fotos como nadie (como curiosidad, la hija de Terry Donaldson es la conocida modelo Lily Donaldson). Estos momentos de alegría son bastantes escasos y se contraponen a las tristezas; la ablación de Waris, la despedida de Waris con su abuela, la boda forzosa y demás.

Mención aparte merece la ya nombrada Liya Kedebe, una de las modelos más importantes de los primeros 2000, con una carrera que sueña cualquier modelo: Chanel, Gucci, Victoria´s Secret… pero lo que más espinas levanta es la pregunta ¿es Liya una buena actriz?. Puede que no tenga ninguna experiencia en el cine, pero BORDA el papel. No solo da el físico escultural de modelo negra, sino que solo con mirar a la pantalla, es capaz de emocionarte hasta lo inimaginable, sobre todo en los flashbacks “que cambiaron su vida”. La química que vive con la dependienta-frustrada bailarina (perfecta Sally Hawkins) deja la que es para mí una de las mejores escenas, una de las más creíbles de los últimos 5 años: la revelación de Waris a su buena amiga, mostrándola sus genitales mutilados en un contexto de emoción que te rompe el corazón.
Para finalizar con esta amplia critica, señalar la ultima escena: el famoso discurso de Waris, convertida en celebrity mundial, de las primeras modelos negras en ser reconocida, en el que habla de su historia y de lo que significa la ablación, “esa tradición de más de 3000 años pero que no está escrita en el Corán”. La película acaba de esa manera, con su intención emotiva y concienciadora que cala en el espectador, sea tanto hombre como mujer.

¿Quién es el chulo que cambia de idea a esas mujeres con esa avergonzante tradición milenaria?

1 comentario:

  1. Me encanta esta pelicula. Es preciosa!! Todavia me acuerdo la primera vez que le van a hacer una sesion fotografica, y la pobre Waris se asusta con el flas. Tienes una fotiko puesta de esa escena, me parece. Muy recomendada!!

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