lunes, 25 de febrero de 2013

The Poker House


Agnes es una joven adolescente del pueblo de Iowa  cuya dura vida y la de sus otras dos hermanas pequeñas gira en torno a su madre drogadicta, su novio (que mantiene una relación con ella) y  la casa en la que viven, un prostíbulo de mala muerte conocido como “The Poker House”. Autobiografía de los años de juventud de la directora del film, Lori Pretty.
Dramón que hemos visto una y otra vez en los típicos telefilms, con guión más bien flojito en el que destacan las impresionantes interpretaciones de las 3 hermanas: Chloe Grace-Moretz (sí, nuestra Hit Girl), Sophi Bairley y Jennifer Lawrence, protagonista absoluta como Agnes. Centrarme en ella, no solo porque ha ganado el Oscar hace escasas horas, sino porque está película supone su debut cinematográfico allá por 2008.

Y menudo debut; Lawrence borda el papel de chica angustiada, triste y desgraciada, con una naturalidad de interpretación y calidad reservada a muy pocas. Sus lágrimas, sus gritos son absolutamente creíbles y en ningún momento (ni en ninguna de sus películas) llega a sobreactuar, algo que está demasiado de moda y que se premia como si fuese lo difícil (pese a que es lo más fácil, pero bueno).
 El sufrimiento y la triste alegría que transmite te llega y te rompe el corazón, sobre todo en el climax del film, la brutal violación que sufre a manos del novio de su madre, y el posterior odio que su madre le confiesa que siente desde que ella nació. La mejor escena del film, la más poderosa, la que más transmite  sólo ennegrecida por la penosa interpretación de Selma Blair como madre (de lo peor que he visto en mi vida). O tal vez, a la altura de la Lawrence, queda como una simple actriz sin fuelle que se oculta en el histrionismo para intentar conseguir el típico premio importante que dan a este tipo de papel (loca/prostituta/drogadicta y un laaaaaaaaaargo etc).
Las dos hermanas, entre ellas la famosa Moretz , hacen unos fantásticos papeles, pese a que la primera sale muy poquito, pero sólo con poner sus ojitos, enamora hasta el crítico más duro. Para finalizar, una estupenda banda sonora, sobre todo en la escena final, con un mensaje lleno de esperanza para personas que pueden sufrir desgracias similares. Lori Pretty firma una película autobiográfica simple, más bien sosa, pero que pasará a la historia como el fantástico debut de la gran Jennifer Lawrence.

“20 años después, dirigió y escribió esta película”

domingo, 17 de febrero de 2013

Incendies


Jeanne y Simon Narwan son dos gemelos cuya madre, libanesa que vivió la guerra Palestina, acaba de morir.  Dos cartas dedicadas a sus desconocidos padre y hermano les llevarán a Palestina, para descubrir el oscuro y desconocido pasado de su madre y descubrir las heridas de la vida…

La mejor película de 2011. Por lo menos, una de las tres mejores películas de lo que llevamos de década. Denis Villeneuve, director canadiense y francófono, adapta con belleza y mucha sutileza (demasiada tal vez) esta bella y a la vez trágica historia. La historia es ya de por sí muy atractiva y a la vez, bastante desconocida para el gran publico; la Guerra Civil libanesa, pero contar los hechos históricos no es ya asunto mío.
La historia se desarrolla por medio de saltos en el tiempo muy bien estructurados entre ellos; a primera vista las cosas pueden no quedar claras, pero todos los saltos, divididos en plan capítulos tarantinianos, tienen su propia y muy bien explicada conexión.
 El personaje central de la historia, es sin duda, la rebelde Nawal Marwan (impresionante Lubna Azabal), cuya historia comienza con el nacimiento de su hijo, al que buscará a lo largo de su vida. A si mismo, la propia vida de ella, así como el contexto en el que se desarrola su historia personal, será muy cruel con ella. La segunda historia con el otro personaje central y básico es el de su hija, Jeanne Marwan (también impresionante Mélissa Désormeaux-Poulin) que junto a su hermano gemelo Simon (Maxim Gaudette, no es por infravalorarle ni mucho menos, pero es lo peor de la película), busca los secretos de su madre, su padre y su hermano. Es más Simon tiene tal vez una de las escenas clave de la película, allá por el final donde se revela la verdadera historia, el lógicamente drama de esta muy bien estructurada historia e imparable guion.
Esta crítica es muy corta, pero ya veis como he tratado de resumir la incontestable belleza y crueldad del film. A las dos protagonistas es para darlas todos los premios habidos y por haber, para no perderlas de vista, al igual que los importantísimos secundarios: el notario, el torturador de la cárcel o el señor de la guerra. Finalizar diciendo que tiene uno de los finales más alucinantes del cine reciente.
Esta película fue nominada al Oscar a Mejor Película Extranjera, pero lo perdió junto a “En un Mundo Mejor” (muy justa victoria eso sí).  

sábado, 16 de febrero de 2013

Flor del Desierto


Waris es una joven somalí que vive en Londres en medio de la mendiguez. Al conocer a la dependienta de una tienda, su vida toma un nuevo sentido al encontrar un trabajo y aprender inglés, mientras ella trata de convivir con el secreto de haber padecido la ablación con solo 3 años. Todo cambia cuando la descubre un conocido fotógrafo y ella se convierte en una de las modelos más importantes y cotizadas de los 80.


En pocas palabras, estamos ante una verdadera obra de arte; la dirección y genial historia de la directora Sherry Washington, una fotografía espectacular, y lo más importante, una espectacular Liya Kebede como Waris lo corroboran. La historia transcurre en Londres, pero conocemos el trágico pasado de Waris por medio de flashbacks, y de esta manera, conocemos la triste historia de millones de mujeres a lo largo y ancho de nuestro mundo; el drama de la brutal ablación, de los matrimonios forzosos, de la mayor pobreza, de la guerra civil y la discriminación que existe en nuestro desarrollado y rico continente.

La dirección es excepcional, así como la elección de la banda sonora; gran elección que se muestra ya desde el primer minuto de la cinta, situado en las montañas de Somalia, con los primeros pasos de la bella Waris. Este leitmotiv se mantiene principalmente durante toda la película, pero cobra especial fuerza en uno de los momentos importantes de la cinta: el salto de Waris a las pasarelas, contoneándose como solo esa especie en extinción llamada Top Model sabe hacer (bellísima Liya Kedebe).
Pese a la palpable tragedia durante toda la película, hay momentos de humor, como Waris aprendiendo inglés o la GENIAL presidenta de la Agencia de Modelos (he visto por ahí que quiere imitar a Meryl Streep en esa peliculilla llamada “El diablo se viste de Prada”, aunque la verdad, es que no tiene nada que envidiarla). También está muy aceptable Timothy Spall (sí, Colagusano) en el papel de Terry Donaldsson, el fotografo descubridor de Waris, un personaje bastante excéntrico pero que sabe sacar fotos como nadie (como curiosidad, la hija de Terry Donaldson es la conocida modelo Lily Donaldson). Estos momentos de alegría son bastantes escasos y se contraponen a las tristezas; la ablación de Waris, la despedida de Waris con su abuela, la boda forzosa y demás.

Mención aparte merece la ya nombrada Liya Kedebe, una de las modelos más importantes de los primeros 2000, con una carrera que sueña cualquier modelo: Chanel, Gucci, Victoria´s Secret… pero lo que más espinas levanta es la pregunta ¿es Liya una buena actriz?. Puede que no tenga ninguna experiencia en el cine, pero BORDA el papel. No solo da el físico escultural de modelo negra, sino que solo con mirar a la pantalla, es capaz de emocionarte hasta lo inimaginable, sobre todo en los flashbacks “que cambiaron su vida”. La química que vive con la dependienta-frustrada bailarina (perfecta Sally Hawkins) deja la que es para mí una de las mejores escenas, una de las más creíbles de los últimos 5 años: la revelación de Waris a su buena amiga, mostrándola sus genitales mutilados en un contexto de emoción que te rompe el corazón.
Para finalizar con esta amplia critica, señalar la ultima escena: el famoso discurso de Waris, convertida en celebrity mundial, de las primeras modelos negras en ser reconocida, en el que habla de su historia y de lo que significa la ablación, “esa tradición de más de 3000 años pero que no está escrita en el Corán”. La película acaba de esa manera, con su intención emotiva y concienciadora que cala en el espectador, sea tanto hombre como mujer.

¿Quién es el chulo que cambia de idea a esas mujeres con esa avergonzante tradición milenaria?